No es ningún secreto que me encantan las almendras y por lo tanto me encantan los pasteles y las galletitas que lleven almendra. Si a ti te gustan las almendras, seguramente también te gusta este clásico de las panaderías: los carquiñoles de almendra, o carquinyolis como se llaman en Cataluña. Son bastante fáciles de hacer y son muy ricos! Hasta mi gato tenía curiosidad por estos deliciosos biscotti de almendra catalanes.
4 dl de harina para repostería
2 1/2 dl de azúcar
1/2 cucharadita de polvo Royal
1/2 cucharadita de cáscara de limón rallado
2 huevos enteros y una yema de huevo
2 dl de amlendras crudas peladas
1 yema de huevo + 1 cucharada de agua
Precalienta el horno a 175ºC y pon papel para hornear sobre una bandeja del horno. Mezcla la harina, el azúcar, el polvo Royal y la cáscara de limón en un bol.
Añade un huevo a la vez y la yema de huevo mientras trabajas la masa con una cuchara. La masa debe quedar bastante suelta y pringosa.
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| Masa de carquinyolis: bien pringosa como corresponde |
Añade las almendras y divide la masa en dos partes.
Ponte bastante harina en las manos para evitar que se pegue la masa a tus manos mientras formas dos tiras con la masa encima de la bandeja del horno. Bate la yema de huevo con el agua y pinta las dos tiras con abundante líquido antes de meter la bandeja en el horno.
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| Tira de masa de carquinyolis |
Hornéalos durante 20 minutos.
Saca la bandeja del horno y baja la temperatura a 100ºC.
Deja que se enfríe un poco y corta las tiras un poco en diagonal en trozos de unos 1,5 cm.
Mete la bandeja en el horno y apágalo. Deja que la bandeja se quede dentro del horno apagado, con el calor que queda, durante al menos 40 minutos. Pon los carquiñoles a enfriarse encima de una rejilla.
Si te apetece hacer un pequeño regalo o hacer un detalle bonito a alguien, puedes dejarte inspirar por estas bolsitas que hice hoy.
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